Las puertas al nuevo mundo libre de agentes contaminantes se han abierto. Ya las grandes compañías de combustibles fósiles han entendido el efecto que sus gases y prácticas de extracción generan en el medio ambiente. Por ello, la meta es adecuar sus procesos y ampliar sus horizontes hacia lo que se conocerá como “empresas de energía verde”. Aunque queda mucho por recorrer, ya se dan ciertos pasos para generar el cambio.
Derrames de crudo, deforestación, perforación de capas sensibles, emisión de gases contaminantes como el carbono, son apenas algunas de las constantes prácticas que caracterizan a las principales empresas petroleras del mundo. Los efectos suelen ser devastadores y por supuesto, son irreparables. La tierra ya ha hablado y si no se dan cambios drásticos, los efectos negativos serán incalculables.
A pesar de que se vienen haciendo convenciones y demás acuerdos internacionales, no parece que sea suficiente para revertir los daños. En la actualidad, se requieren cerca de 85 millones de barriles de petróleo diarios en el mundo, para satisfacer las necesidades de los habitantes de la Tierra.
A pesar de la evidente necesidad de combustibles fósiles, muchos han dado un paso al frente y se comienza a invertir en energía renovable, con la finalidad de disminuir los efectos contaminantes y generar soluciones que sean viables con el tiempo. Además, se intenta concientizar y replicar este mensaje en el resto del mundo, para que todas las compañías migren a este nuevo modelo de negocio ecológico.
¿Cuál es la solución en cuanto a combustibles fósiles?
Una de las soluciones que más ha despertado el interés de estos grandes empresarios es invertir en la energía eólica, específicamente en la de origen marino. Grandes potencias del mundo tienen años trabajando sobre tierra para proveer este tipo de energía. Sin embargo, la capacidad y las propiedades que ofrece el mar son superiores. Después de todo, el mar representa más del 70 % de la superficie terrestre. Por ende, no solo es un recurso renovable, sino que puede proveer de mayor extensión para trabajar la energía eólica.
La energía eólica marina es la luz al final del túnel, y representa la solución más viable para que las empresas comiencen a generar un cambio pensando en la tierra. Es un tipo de energía renovable y no contaminante. Por otra parte, existen otros beneficios, como el no generar ruido contaminante, debido a que la explotación principal se realiza mar adentro.
Recientemente, muchas empresas petroleras de gran trayectoria han convenido su transformación hacia este tipo de energía. Incluso, han migrado en un 20 % su operación para este nuevo sector verde. Se espera que para el año 2030 se realicen más cambios y otras empresas se sumen a esta iniciativa. No es sencillo debido a la demanda que existe aún en combustibles fósiles, pero por algo se empieza.
¿Qué planes se han puesto en marcha para disminuir los combustibles fósiles?
La buena noticia es que muchas corporaciones han cambiado toda su filosofía y práctica, siendo la energía eólica marina el modelo central de su negocio. El objetivo de otras es ir transformando sus procesos, hasta finalmente generar energía a través del mar como fuente principal. En ese sentido, se han creado campañas para que las personas se capaciten en esta materia y puedan ser parte del cambio.
A través de diversos planes, muchos pueden formarse en este campo, porque se requerirá de personas capacitadas en este nuevo modelo energético. Hay un Máster en Energías Renovables y Proyectos Energéticos disponible, al que le puedes sacar mucho provecho.
Por otro lado, hace poco una empresa reconocida de origen francés, cambió hasta su nombre, dando impulso a la energía verde. Esta compañía ha fijado como fecha límite el 2030, año en el que toda su operación será 100 % de energía eólica marina y quedará descartada la explotación de combustibles fósiles.
Otras corporaciones como Shell han llegado a acuerdos con países europeos para la explotación de energía marina. También BP ya ha acordado, en principio, la disminución de gases contaminantes. De hecho, han presentado una mejora del 40 % en este particular. Esto habla del compromiso que las grandes corporaciones han adquirido para preservar los recursos naturales.
Los gobiernos juegan un rol fundamental
Para que los cambios se den con mayor velocidad es necesario el apoyo de los gobiernos. Se ha visto que en los países que tienen como objetivo la “emisión contaminante cero”, ha habido un creciente aumento de la inversión por parte de las empresas privadas hacia energías renovables. Lo que quiere decir que han sentido el peso de estos acuerdos y han realizado los cambios necesarios en sus operaciones.
Por supuesto, la tarea no es nada fácil. En naciones menos desarrolladas este tipo de acuerdos es casi inexistente. La dependencia de la producción de petróleo y gas es esencial para el mantenimiento de servicios y de la economía, porque en muchos casos es el negocio central del Estado.
¿Cuáles son las expectativas con respecto a este tipo de energía?
Muchos han acordado el año 2030 como la fecha límite en la que se podrá apreciar un cambio en el que se observe una disminución de las prácticas contaminantes y la implementación de proyectos energéticos renovables. Actualmente, los países europeos llevan la batuta con este tema, pudiendo incluir a las personas para que logren adaptar sus costumbres de consumo.